Cuando suena el teléfono y al otro lado está el Real Madrid, la realidad cambia por completo. No hay dudas, ni titubeos; te ofrecen ser su entrenador y es difícil decir que no. En ese momento, las condiciones son claras: tú aceptas o te vas a casa. Y ¿quién podría rechazarlo? Ser el técnico del Madrid es alcanzar la cima en tu carrera profesional, un sueño para cualquier amante del fútbol.
La presión de un sueño
Aceptar este desafío no siempre significa estar en la gloria. Hay que recordar lo que le ocurrió a Lopetegui en 2018; fue un viaje directo hacia el fracaso. Entrenar al Real Madrid es una oportunidad dorada, pero también puede convertirse en una trampa mortal si las cosas no salen bien. Sin embargo, esa posibilidad de caer no detiene a nadie; todos quieren probar suerte porque saben que estar ahí es tocar el cielo con las manos.
Xabi Alonso ahora asume este papel con toda la presión y responsabilidad que conlleva. Es consciente de los riesgos, pero también del privilegio de estar al mando de uno de los clubes más grandes del mundo. Al final del día, ¿quién podría resistirse a esa llamada?