En el mundo del fútbol, donde la pasión y la competencia se entrelazan, a veces surgen sombras que nos recuerdan lo vulnerables que podemos ser. Esto es exactamente lo que le ha pasado a Matheus Reis, jugador del Sporting de Portugal, y su familia tras un incidente en la reciente final de la Taça de Portugal contra el Benfica.
Jack Rodrigues, esposa de Matheus, ha alzado la voz en las redes sociales, denunciando una serie de amenazas brutales que han recibido desde aquel partido. Ella comparte con sus seguidores mensajes aterradores como «Matheus Reis vas a morir si no sales de Portugal» o incluso más desgarradores: «vamos a matar a tu hijo». La situación se vuelve aún más escalofriante cuando añade amenazas de violación y secuestro.
Afrontando el miedo con valentía
En un emotivo vídeo publicado en Instagram, Jack reveló: «He decidido mostrar solo una pequeña parte de lo que hemos recibido. No son ni siquiera el uno por ciento; algunos ya están en manos de abogados porque esto es real, muy real». Lo impactante no solo son las palabras que recibe, sino cómo su vida cotidiana se ve afectada por este acoso constante.
A pesar de esta pesadilla, Jack asegura que cuentan con el respaldo del club y tienen las condiciones necesarias para garantizar su seguridad. “La unidad familiar es nuestra mayor fortaleza”, declara con determinación. Agradece cada mensaje solidario pero deja claro: “Lo demás está en manos competentes”.
Pero ¿qué desencadenó esta tormenta? Durante un tenso momento del partido, Matheus estuvo involucrado en una jugada polémica con Andrea Belotti. Aunque él defiende su actuación como algo legítimo y sin intención agresiva, la situación escaló rápidamente a niveles preocupantes.
No debería ser así; jugar al fútbol no debería implicar vivir con miedo ni recibir amenazas tan inhumanas. El deporte debe unirnos y no separarnos. En momentos como estos, es crucial recordar que detrás de cada camiseta hay seres humanos cuya seguridad debería estar siempre garantizada.