Con el eco de los últimos partidos aún resonando en la isla, Martin Valjent se ha tomado un momento para reflexionar sobre una temporada que, sin duda, ha dejado huella. Como uno de los capitanes del Mallorca, este central no solo ha vivido las emociones en el campo, sino que también ha visto cómo las expectativas se transformaron en una montaña rusa de sentimientos.
Una primera vuelta prometedora
«Hemos podido ver dos caras diferentes», comenta Valjent con una mezcla de nostalgia y realismo. La primera vuelta fue todo un sueño para los aficionados, donde el equipo acumuló 30 puntos y dejó a todos con ganas de más. Sin embargo, esa magia parece haberse desvanecido en la segunda parte del campeonato, donde apenas lograron 18 puntos. «Creo que igual sobrepasamos un poco nuestras expectativas y generamos una gran ilusión que en la segunda vuelta no pudimos confirmar», añade el defensor.
Aunque sus palabras pueden parecer duras, hay un trasfondo constructivo. «Cada uno tiene que hacer un poco de autocrítica», sugiere Valjent. Y es que aprender de lo vivido es fundamental para seguir adelante y mantener viva esa llama por mejorar cada año con el Mallorca.
Mientras se plantea su futuro personal dentro del club, Valjent tiene claro su objetivo: «Siempre quiero mejorar como jugador y como persona». Su deseo va más allá del ámbito individual; anhela ser parte activa del crecimiento del equipo y contribuir a que el Mallorca sea siempre un poco más grande cada año.