El Athletic Club de Bilbao se enfrenta a un nuevo capítulo, y no precisamente uno cualquiera. Jose Antonio Pozanco, conocido como Ros, ha decidido dar un paso al lado y despedirse del equipo rojiblanco después de años de trabajo junto a Ernesto Valverde. Desde 2008, han recorrido juntos un largo camino, lleno de aprendizajes y momentos inolvidables en diferentes clubes, pero ahora la historia toma otro rumbo.
Un adiós que resuena en el vestuario
La salida de Ros deja un vacío palpable en el cuerpo técnico, especialmente entre los jugadores que habían forjado una conexión especial con él. Su labor como preparador físico fue fundamental para mantener al equipo en forma y competitivo. Mientras se espera la llegada de su sucesor, el club ha decidido tomarse su tiempo para hacer oficial este cambio. Valverde sigue adelante con su fiel compañero Aspiazu, quien le acompaña desde sus inicios en la cantera del Athletic.
No podemos olvidar que Ros no solo es un nombre más; es alguien que ha vivido el fútbol desde dentro. De hecho, su carrera como futbolista empezó en las categorías inferiores del Barcelona antes de retirarse prematuramente debido a problemas cardíacos. Sin embargo, lejos de rendirse, encontró su pasión en la preparación física, donde ha dejado una marca imborrable.
Así que aquí estamos, ante un nuevo desafío para el Athletic. Con cada cambio llegan nuevas oportunidades y esperanzas. Esperemos que quien ocupe su lugar pueda continuar con el legado y espíritu que Ros ha aportado a este gran club.