La historia del Betis en la Conference League se escribe con emoción, pero esta vez la magia de Isco no fue suficiente. En un emocionante partido celebrado en Breslavia, el malagueño deslumbró una vez más, brindando asistencias y destellos de calidad que hicieron vibrar a la afición. Sin embargo, el sueño de levantar el primer título continental quedó truncado ante un Chelsea que demostró su fuerza física y táctica.
Un capitán con ganas de brillar
A lo largo del encuentro, Isco se erigió como el mejor jugador del equipo verdiblanco. Desde sus botas surgieron las jugadas más peligrosas; incluso logró habilitar a Abde para abrir el marcador. Pero a medida que avanzaba el partido, la intensidad del Chelsea fue apagando las esperanzas béticas. El gran capitán se quedó sin lo que podría haber sido uno de los títulos más especiales de su carrera.
Recordemos que Isco tiene un palmarés impresionante: 19 títulos con el Real Madrid y una trayectoria exitosa en la selección sub 21. Ahora buscaba sumar ese 20º trofeo como capitán del Betis, algo que ya había visualizado en su mente antes del partido. Pero al final, la realidad fue otra.
Con lágrimas en los ojos tras el pitido final, Isco expresó su dolor por no poder regalarle este título a una afición entregada: «El resultado es muy abultado después de lo que hemos visto en la primera parte; el fútbol no perdona». A pesar de todo, dejó claro que seguirán luchando por conseguirlo: «Les debemos una y seguro que lo conseguiremos».
Y así es como termina esta historia por ahora; aunque no haya copa para llevarse a casa, queda un camino lleno de esperanza por recorrer juntos.