El ambiente en Madrid era de pura euforia. Los aficionados del Celta de Vigo, llenos de ilusión, celebraron junto a su equipo la tan ansiada vuelta a Europa. Iago Aspas, el capitán y alma del equipo, no pudo contener su felicidad al final del partido: «Ha sido un partido para disfrutar, ganó el que más lo mereció. Hace ocho años dije que me iba a dejar todo para volver a Europa», comentó con una sonrisa que reflejaba el esfuerzo compartido entre jugadores y cuerpo técnico.
La alegría contagiosa de un grupo unido
Bajo la mirada emocionada de sus compañeros, Borja Iglesias exclamó: «Creo que tanto el grupo como el club lo merecen. Este año ha sido muy bonito. Sabía que era complicado lograrlo al regresar, pero tenía mucha ilusión». El Panda, quien acaba la temporada con once goles en su haber, dejó claro su deseo de continuar en Vigo: «Estoy a tope, quiero quedarme la verdad. Ojalá podamos seguir este camino juntos porque está siendo increíble».
Óscar Mingueza se sumó a la celebración expresando su satisfacción por vivir este momento con los aficionados: «Estoy muy contento de poder compartir esto con toda esta gente que ha venido a Madrid. El equipo se lo merece; hemos trabajado duro y hemos hecho las cosas bien durante todo el año». Sin duda, esta clasificación es más que un simple logro deportivo; es la culminación de un sueño colectivo forjado con esfuerzo y dedicación.