En un día marcado por las emociones a flor de piel, el Leganés vivió una despedida desgarradora en su hogar, Butarque. Las lágrimas no solo brotaron de los ojos de los jugadores, sino que también empaparon la sala de prensa donde se desnudaron las almas de quienes han sido parte vital de esta historia. A pesar de haber luchado hasta el final y alcanzar 40 puntos, el equipo pepinero no logró evitar un descenso que ha dejado huella.
Un adiós que duele
Las imágenes más impactantes fueron sin duda las del director deportivo, Txema Indias, y su técnico, Borja Jiménez. Ambos compartieron ese momento tan crudo: la tristeza era palpable mientras se despedían del club. Para Txema, tras diez temporadas llenas de sacrificio y logros —dos ascensos y cinco años en la máxima categoría—, era como dejar atrás una parte importante de su vida. La llegada de Andrés Pardo ya había anticipado su partida, pero eso no mitigó el dolor que sentía al decir adiós.
Por otro lado, Borja Jiménez tampoco tuvo palabras oficiales que celebrar; sin embargo, su entrega y fe en el equipo lo llevaron a ser aclamado por la afición durante su última rueda de prensa. Fue un reconocimiento sincero ante un fracaso inevitable. Y así fue como rompió en llanto ante todos nosotros; porque aunque no lograron mantenerse en Primera, ambos se van con el cariño y respeto incondicional de los pepineros.