La situación del Córdoba ha dado un giro sorprendente. Nunca antes en esta temporada habíamos visto al equipo blanquiverde caer en dos partidos seguidos, salvo esa única vez que el encuentro contra el Almería fue aplazado. Este lunes, la derrota ante el Mirandés dejó una sensación de vacío en El Arcángel.
Un golpe duro para los califas
Las estadísticas son como un espejo que refleja lo que pasa dentro del campo y, sinceramente, el reflejo ahora mismo no es nada bonito. Los chicos de Iván Ania habían navegado con relativa tranquilidad hacia su objetivo de mantenerse en Segunda, pero estas dos derrotas han hecho sonar las alarmas. En los últimos días, perdieron primero ante el Burgos y luego este lunes frente al Mirandés. Y lo peor es que había oportunidades para rascar algún punto.
No obstante, esto no es habitual en ellos; suelen reponerse rápidamente después de un tropiezo. Solo hay que recordar que la primera vuelta tuvo su propio momento complicado cuando enfrentaron el partido aplazado contra el Almería y luego cayeron nuevamente en Gijón. Pero claro, aquí se dice que para un recién ascendido como el Córdoba lo más importante es evitar una crisis tras varias caídas seguidas, algo que han logrado hasta ahora.
Aunque sí han tenido semanas sin ganar —con tramos donde encadenaron cuatro o incluso cinco partidos sin sumar— siempre encontraron la manera de mantener la cabeza fuera del agua gracias a empates y victorias ante rivales directos. Después de todo, sacaron 22 puntos de 24 posibles frente a los equipos de abajo en la tabla. ¿Cómo reaccionará ahora este Córdoba? La afición aguarda con ansias la respuesta.