El Barça se alza como un verdadero gigante en la Liga F, y lo ha hecho justo antes de su esperada final en Lisboa. En un encuentro vibrante ante su afición, las culés levantaron el trofeo que tanto esfuerzo les ha costado, reafirmando su poderío en el fútbol femenino español. Y no solo eso: lo hicieron con estilo y mucha emoción.
Un gesto deportivo que emociona
Antes de que el silbato diera inicio al partido, las jugadoras del Athletic Club realizaron un precioso gesto deportivo. Se alinearon a ambos lados del túnel de vestuarios para hacerle un ‘pasillito’ a las campeonas del título. Un momento que habla mucho sobre el respeto y la camaradería en este deporte.
Pese a tener la mirada puesta en la gran final contra el Arsenal, Pere Romeu alineó un once reconocible para enfrentarse a un rival que ya les había complicado la vida en San Mamés. Sin embargo, esta vez no hubo lugar para los nervios ni para las agónicas victorias; desde el minuto dos, Salma abrió el marcador con una asistencia perfecta a Aitana, quien colocó el balón donde más duele.
Con el 1-0 a favor, el Barça comenzó a tejer jugadas peligrosas por doquier. Graham deslumbraba por la banda derecha y fue ella quien asistió a Ewa Pajor. La exjugadora del Wolfsburgo no perdonó y sumó su nombre al marcador con dos goles espectaculares. El estadio Johan Cruyff vibraba con cada ataque y los 5.552 aficionados disfrutaban como nunca.
A medida que avanzaba el encuentro, Cata Coll se convirtió en otra protagonista al obtener su primer trofeo Zamora mientras veía cómo su equipo acumulaba goles sin cesar. Claudia Pina también dejó huella al cerrar una goleada impresionante de 6-0. Y aunque algunas jugadoras fueron sustituidas para darles descanso, cada entrada era una nueva oportunidad para brillar.
Así viaja el Barça hacia Lisboa: con confianza plena y una hinchada lista para acompañarlas en esta aventura europea que promete ser histórica.