Leganés. Borja Jiménez, el entrenador del Leganés, no se anda con rodeos. En un momento crucial de la temporada, donde cada partido pesa como una losa, él sabe que lo único que realmente cuenta es ganar. “Mientras hay vida, hay esperanza”, repite como un mantra en sus ruedas de prensa, y es que el mensaje está claro: 40 puntos son la meta y hasta que no se logren, no podemos tirar a la basura nuestras opciones.
Una lucha por la salvación
A pesar de los resultados adversos de la última jornada, Borja mantiene firme su objetivo. “Nos agarramos a esos 40 puntos”, dice con determinación. Faltan solo dos jornadas y su equipo sigue luchando con todas las ganas posibles. “Los demás también están en la pelea; tenemos que encarar cada partido con ambición e ilusión”, asegura al referirse a Las Palmas y Valladolid, equipos que ya han bajado pero que siempre pueden complicar las cosas.
Cuando le preguntan si estos partidos son los más importantes de su carrera al frente del Leganés, él recuerda con nostalgia el año pasado en Primera División: “Esos momentos no se olvidan”. Sin embargo, sabe bien que ahora deben centrar su energía en ganar o arriesgarse al descenso. “Hacer cuentas ahora no sirve para nada”, enfatiza. Es sencillo: si no ganamos nosotros, poco importa lo que hagan los demás.
El ánimo del equipo ha dado un giro positivo últimamente; Borja siente que los resultados han ayudado a reforzar esa creencia colectiva de seguir adelante. Aún así, tiene claro que todo depende de ellos mismos: “Da igual cómo jueguen otros equipos; nuestra prioridad es sumar esos puntos”. Con esta mentalidad ganadora y una sonrisa en el rostro, Borja Jiménez espera llevar al Leganés hacia la salvación.