El panorama que se dibuja para el Cartagena es cada vez más sombrío. No solo porque la sombra del descenso a Primera RFEF ya se ha consumado, sino por los impagos que están asediando a la plantilla. Esta situación, si no se resuelve pronto, podría llevar al club albinegro a un descenso administrativo que lo empujaría de Segunda División a Segunda RFEF. Guillermo Fernández Romo, el entrenador del equipo, ha decidido abrir el corazón y compartir la cruda realidad.
Preocupaciones compartidas
En la previa del partido contra el Tenerife, Romo no tuvo pelos en la lengua: «Los impagos son una situation real. Nos dicen que se va a solucionar lo antes posible», comentó. A pesar de esta incertidumbre, destacó la profesionalidad de sus jugadores, asegurando que esta problemática «no les está afectando» por su compromiso con el deporte.
La semana pasada, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) visitó a los jugadores del Efesé para evaluar la situación y ofrecer apoyo. Sin embargo, las protestas de los aficionados han comenzado a resonar con fuerza frente al ayuntamiento local. Al ser cuestionado sobre esto, Romo fue claro: «La afición tiene que estar preocupada. Ya no solo por el descenso -que eso ocurre todos los años-, sino por la incertidumbre del futuro. Es completamente entendible. Nosotros también estamos muy preocupados por lo que nos está pasando».
A pesar de todo esto, Romo hizo un llamado a centrar las energías en competir y vivir el presente. Pero conforme pasan los días sin soluciones visibles, esa esperanza parece desvanecerse poco a poco entre los corazones de los seguidores cartageneros.