En una tarde de fútbol donde las emociones estaban a flor de piel, el Eibar se presentó en Los Cármenes con la firme intención de sellar su salvación. Y lo hizo con una actuación inteligente y eficaz, que desarmó a un Granada necesitado de victoria y que dejó escapar una oportunidad más en su lucha por los playoffs.
Los goles de Corpas y Guruzeta dejaron a los nazaríes sin respuestas, mientras que la afición, impaciente y crítica, no dudó en expresar su descontento. Este encuentro se convirtió en un verdadero calvario para el Granada, que había llegado con la esperanza renovada pero pronto se dio cuenta de que el partido sería complicado. Tras un inicio prometedor, el equipo local perdió ritmo, dejando al Eibar manejar el juego a su antojo.
Cambios sin resultado
Bajo esta premisa, los andaluces intentaron recomponer sus líneas tras el descanso. Fran Escribá realizó cambios buscando un milagro: Abde Rebbach y Stoichkov entraron al terreno tratando de darle vida al ataque. Sin embargo, el Eibar ya había avisado antes; Corpas tuvo su momento estelar cuando, tras recibir un pase perfecto de Puertas, superó al portero local con un disparo preciso.
La confusión reinante dejó al Granada aturdido, permitiendo a Guruzeta sellar el 0-2 en un momento clave del encuentro. La grada estalló en reproches hacia su equipo y la dirección deportiva mientras los minutos pasaban sin que los rojiblancos pudieran reaccionar.
Con esta derrota amarga, el Granada se encuentra muy tocado y ante un futuro incierto.