En una noche mágica en el Artemio Franchi de Florencia, Manuel Pellegrini ha llevado al Real Betis a la primera final continental de su historia. El técnico chileno, que siempre ha mostrado una pasión inquebrantable por el fútbol, no dejó lugar a dudas sobre su enfoque: «El conformismo no va conmigo». En rueda de prensa, reflejó la satisfacción que sentía tras ver a su equipo luchar sin reservas.
Una victoria construida con esfuerzo y coraje
Desde el primer minuto, el Betis salió decidido a buscar la victoria. No se trataba solo de mantener la ventaja del partido de ida; querían demostrar que eran capaces de más. Y lo hicieron. Marcando primero y creando ocasiones claras para ampliar el marcador, aunque también tuvieron que sufrir en ciertos momentos.
Tras el pitido final, Pellegrini compartió su alegría: «Estoy muy contento, creo que merecíamos este pase. Teníamos un compromiso con nuestra afición y hoy hemos cumplido».
A medida que avanza la temporada, el técnico reafirma su ambición: «Le hemos dado una alegría a nuestra hinchada clasificándonos para la final. Ahora queremos más; tenemos que meternos en Champions League». La confianza del equipo es palpable y sus ganas son contagiosas.
Pellegrini sabe que todo se basa en un trabajo arduo y constante. A pesar de las críticas recibidas en fases anteriores debido a lesiones y altibajos en el rendimiento, hoy celebran estar entre los mejores y buscar un nuevo título europeo.
La final contra Chelsea se avecina como un reto emocionante y Pellegrini lo tiene claro: «Vamos a intentarlo porque sería una gran alegría para toda la afición». Su mirada está enfocada en lo que vendrá; después de todo, lo pasado ya quedó atrás.