La jornada en el Bernabéu fue de esas que nos dejan con el corazón en un puño. El Real Madrid empezó dominando, con Mbappé desatado, marcando un 3-0 que prometía una tarde tranquila. Pero, ¡vaya giro! Al final, el equipo se vio acorralado, pidiendo la hora y dejando a los aficionados al borde del infarto.
Una celebración inesperada
Y ahí estaba Arda Güler, brillando junto a Ancelotti tras su gol contra el Celta. No podemos dejar de preguntarnos: ¿por qué se habla tanto de Rodrygo y tan poco de este joven talento? En medio del caos futbolístico, Ancelotti tuvo que reconocerlo. “Hace dos meses di un palo a la gente que tiene Güler alrededor; ahora les tengo que felicitar”, dijo con sinceridad. Es un claro reflejo de cómo en el fútbol las opiniones pueden cambiar tan rápido como el marcador.
No obstante, aunque el Madrid mostró su calidad hasta mitad del segundo tiempo, esa última media hora fue otra historia. Fue como ver una película donde todos esperábamos un final feliz y acabamos con tensión hasta el último segundo. La pregunta está clara: ¿será Güler quien aporte esa chispa necesaria para evitar sorpresas desagradables en futuros encuentros? La afición espera respuestas y no hay duda de que cada partido cuenta.