Joan García, el joven portero del Espanyol, ha logrado algo que pocos pueden presumir: convertirse en un auténtico referente dentro del fútbol español. Su rendimiento ha sido tan impresionante que no solo los equipos que buscan un guardameta están tras él, sino también aquellos que ni siquiera habían pensado en reforzar esa posición. Pero hay un dato claro: su cláusula de rescisión de 25 millones de euros hará que el Espanyol tenga una tarea titánica para retenerlo.
Intereses cruzados y decisiones difíciles
En las últimas horas, han saltado a la palestra dos clubes de gran renombre: Real Madrid y Aston Villa. Mientras que el equipo blanco parecía tener todo bajo control en la portería, un comentario de Jorge Mendes sobre el interés de otros equipos en Lunin encendió las alarmas en Valdebebas. Ahora saben que Joan está dispuesto a aceptar el desafío de competir con Courtois por un puesto. Sin miedo a lo que venga, este chico se ha ganado su lugar a base de esfuerzo y dedicación.
Por otro lado, el Aston Villa no se queda atrás. Con Dibu Martínez coqueteando con ofertas irresistibles del fútbol saudí, el club inglés ya ha comenzado a hacer sus movimientos para atraer a García. Y como si esto fuera poco, Deco, director deportivo del Barcelona, también ha mostrado interés en la situación del portero español. La presencia de Szczesny podría complicar las cosas para Joan si decide irse al Camp Nou.
No podemos olvidar al Arsenal, donde Mikel Arteta sigue persiguiendo la idea de ficharlo desde hace tiempo. A pesar de contar con David Raya en sus filas, Arteta ya intentó traer a Joan el verano pasado.
El agente del jugador, Juanma López, sabe que la clave aquí es tener paciencia y analizar cada opción antes de dar un paso definitivo. Si Luis de la Fuente decide convocarlo para la selección absoluta, su cláusula podría dispararse 5 millones más; pero si el Espanyol llega a descender (cosa poco probable), eso podría jugar en contra.