En el corazón de Valencia, Dimitri Foulquier vive un momento crucial en su carrera. A sus 32 años, el lateral se encuentra en una encrucijada, ya que su contrato expira el próximo 30 de junio y lleva meses como agente libre. Sin embargo, hay algo que brilla en él: la conexión especial que ha forjado con el actual entrenador, Rubén Corberán. Esta relación ha transformado su papel dentro del equipo y lo ha convertido en un jugador indispensable.
Un soldado fiel
Bajo la dirección de Corberán, Foulquier ha sido titular indiscutible en los trece partidos que ha disputado desde la llegada del técnico de Cheste. ¡Y no es para menos! A excepción de las lesiones y sanciones, ha estado presente en cada encuentro, incluso teniendo minutos escasos contra el Barcelona. No se puede negar, Foulquier es un soldado leal del proyecto de Corberán.
A pesar de haber llegado al Valencia por la insistencia de José Bordalás hace cuatro años –quien lo vio como una pieza clave–, ahora es evidente que el técnico actual le brinda una confianza sin precedentes. En comparación con otros entrenadores como Gattuso o Baraja, donde su participación fue limitada a porcentajes bajos, la historia es distinta con Corberán: 100% titularidad cuando está disponible.
No obstante, lo que debería ser un camino claro hacia la renovación se enfrenta a obstáculos. Aunque hubo conversaciones para extender su contrato hace meses, las diferencias económicas fueron insalvables. Pero ahora las cosas parecen cambiar; Corberán no oculta su deseo de contar con él para el futuro del equipo. La situación está más viva que nunca y podría dar un giro inesperado gracias al respaldo del entrenador.