En el mundo del fútbol sala, a veces la situación es tan complicada que cualquier punto se siente como una victoria. Eso fue exactamente lo que vivió el CD Burela en su último partido. En una semana marcada por la incertidumbre tanto económica como deportiva, los jugadores no pudieron ocultar su alegría al sumar un valioso empate ante el Wanapix Sala 10 Zaragoza, que ya está descendido.
Un partido de emociones fuertes
Adri Rivera y Brasesco pusieron en jaque a un Burela que, con el agua al cuello, vio cómo sus rivales remontaban el marcador en cuestión de minutos. Pero cuando parecía que todo estaba perdido, Nando Torres apareció como un héroe inesperado. Con solo cuatro segundos por jugar y utilizando portero jugador, logró igualar el partido y dar ese punto que tanto necesitaban.
A pesar de las dificultades, este empate les permite mantenerse en la lucha por la salvación. La próxima batalla será contra Noia Portus Apostoli, otro equipo desesperado por evitar caer en la segunda división. La tensión está en el aire y todos somos conscientes de que cada partido cuenta. Ahora más que nunca, el CD Burela tiene que defenderse con uñas y dientes para salir a flote en esta tempestad.