Hugo Gatti fue más que un simple jugador; fue un auténtico fenómeno del fútbol argentino. Aunque muchos lo conocen por su faceta televisiva en sus últimos años, su legado como portero es lo que realmente lo define. En Argentina, este hombre apodado ‘El Loco’ se ganó el título de primer gran portero-jugador de la historia moderna, un revolucionario en su puesto.
Un Estilo Inconfundible
Desde sus inicios, Gatti se veía a sí mismo como un jugador más del campo, y no simplemente como alguien que defendía la portería. Su estilo atrevido le valió tanto admiradores fervientes como críticos acérrimos. Recuerdo esa famosa disputa con Diego Maradona antes de un partido entre Argentinos Juniors y Boca Juniors; ‘El Diez’ acabó marcándole cuatro goles a los 19 años. ¡Imagínate!
A pesar de estos desafíos, Hugo tuvo una carrera increíblemente larga y exitosa. La gloria llegó para él en la Copa Libertadores de 1977, donde paró el penal decisivo en la final. Y no solo brilló a nivel de clubes; formó parte de la selección argentina en el Mundial del 66. Menotti lo tenía casi asegurado para el Mundial del 78, que al final ganó Argentina, pero una lesión hizo que renunciara justo antes.
Era un personaje singular; siempre afirmaba ser “el mejor arquero de todos los tiempos”, aunque también respetaba a Pelé como el mejor de todos los tiempos en general. A pesar de que su legado se circunscribió mayormente al fútbol sudamericano, esto no resta valor a su enorme impacto y contribución al deporte.
Así recordamos a Hugo Orlando Gatti: un verdadero pionero cuyo estilo audaz ha dejado huella y sigue influenciando a las nuevas generaciones dentro del mundo del fútbol.