En un encuentro que prometía ser un soplo de aire fresco, la Real Sociedad volvió a dejar a sus seguidores con ganas de más. El partido contra el Eibar en Zubieta terminó en un frío 0-0, y ya van once encuentros sin conocer la victoria. La situación es alarmante: los txuri urdin no han ganado desde el pasado 1 de febrero y su juego parece estar atrapado en un bucle interminable de decepciones.
Un equipo perdido en el mar de la segunda vuelta
A pesar de haber dominado el encuentro y crear algunas ocasiones claras, lo cierto es que el equipo se va desinflando como un globo pinchado. Desde cuatro derrotas consecutivas —frente a rivales que no son precisamente titanes— hasta acumular solo 6 puntos de los 33 posibles en esta segunda vuelta, ellos son sin duda el peor equipo del campeonato.
Parece que ni siquiera la noticia sobre la salida del entrenador José Luis Sánchez Vera ha servido para dar un giro al rumbo. Este anuncio debería haber funcionado como una llamada a las armas, pero lejos de eso, los jugadores parecen haber tirado la toalla. Las expectativas eran altas al inicio del curso, soñando con puestos europeos, pero ahora solo queda luchar por mejorar unas estadísticas que cada vez se ven más manchadas.
Aún les quedan cuatro partidos por delante. Dos serán en casa y dos fuera, pero las perspectivas no son halagüeñas. Se enfrentarán al Valencia, colista y con pie y medio fuera de Primera RFEF; luego irán al Espanyol, que está dando guerra por salvarse; continuarán visitando al Granada —que lucha por Europa— y cerrarán la temporada ante el Costa Adeje Tenerife, que comparte sus penas. Sin duda alguna, estos próximos encuentros son vitales para intentar salir del abismo.