El Cádiz está ante un momento crucial, como bien dice su entrenador Garitano. El partido que disputarán mañana contra el Burgos no es solo otro encuentro; es una batalla vital para sus aspiraciones de mantenerse en la categoría. Con el peso de dos derrotas consecutivas sobre sus hombros, el equipo llega a este choque con la necesidad imperiosa de cambiar su suerte.
Unidos en la adversidad
Garitano, en rueda de prensa, no se anduvo con rodeos y reconoció lo difícil que ha sido esta semana: “escuece, se pasa mal y la semana es larga porque estás deseando volver a jugar”. Sin embargo, también dejó claro que hay una fuerte determinación entre los jugadores. Han estado entrenando duro y están listos para salir a darlo todo. “Vamos con todas las ganas del mundo”, afirmó, esperanzado en dejar atrás esa sensación amarga acumulada.
A pesar del ambiente tenso por los resultados recientes, la plantilla se muestra unida y decidida a luchar por esos tres puntos que tanto necesitan. Este encuentro representa una oportunidad clave no solo para romper esa racha negativa, sino para dar un paso firme hacia la salvación. La afición espera con ansias ver cómo el equipo se levanta y demuestra su verdadero potencial en el campo. ¡A por todas!