Valencia está viviendo un momento emocionante. La grada de Mestalla, ese lugar mágico donde se sienten las vibraciones del fútbol, ha sido clave para que el equipo de Corberán logre un impresionante aumento en la asistencia. Pasar de un 85,2% a un 88,4% es más que un número; es una declaración de intenciones. Los aficionados han decidido no tirar la toalla y han convertido cada partido en una celebración.
El regreso del orgullo valencianista
Mestalla tiene una energía única. Ese ambiente vibrante que se respira tanto en las gradas como en el césped hace temer a muchos rivales. Y es que cuando el Valencia llama a su afición a hacer ruido, ellos responden con creces. Así lo demuestra la notable mejora en la asistencia desde que comenzó esta segunda vuelta. Con 18 puntos de 24 posibles bajo el brazo, parece que el milagro que todos esperaban está más cerca.
Carlos Corberán, al frente del equipo, ha sabido conectar con los seguidores: “Es imposible no emocionarse aquí”, dice él mientras recuerda aquellos días oscuros. Aquella derrota ante el Alavés fue un punto de inflexión; ver tan pocas almas en las gradas era desolador. Pero ahora, cada encuentro supera los 40.000 espectadores, ¡y eso se nota!
A partir del cambio de rumbo tras la era Baraja, Mestalla ha vuelto a ser esa caldera donde la afición y el equipo reman juntos hacia una misma dirección. En este nuevo capítulo bajo la batuta de Corberán, la afición ha respondido como nunca antes: desde partidos contra equipos grandes hasta los más modestos han visto cómo su apoyo ha crecido y sus corazones también.
Y así seguimos viendo cómo se despliega una nueva etapa para nuestro querido Valencia CF. Si algo queda claro es que Mestalla no solo es un estadio; es el corazón palpitante de una comunidad que no deja de soñar.