Pablo Marín, el centrocampista riojano que ha conquistado los corazones de los aficionados de la Real Sociedad, está viviendo un verdadero cuento de hadas en este 2025. A pesar de lucir todavía el dorsal del filial, su talento lo ha llevado a ser nombrado MVP del mes de marzo, un reconocimiento que le hace sentir más orgulloso que nunca.
En una reciente entrevista con MARCA, Marín se mostró humilde y reflexivo ante el revuelo generado por sus actuaciones. «Es bonito que Imanol Alguacil hable bien de mí», comentó, pero rápidamente añadió: «No hay que volverse loco. Lo importante es seguir trabajando duro cada día para dar lo mejor al equipo».
Un momento dulce
Con siete titularidades en los últimos diez encuentros, incluyendo partidos en escenarios tan emblemáticos como Old Trafford y el Bernabéu, Pablo reconoce su felicidad por vivir estos momentos únicos. Sin embargo, no oculta su decepción tras las eliminaciones en ambas competiciones. «Se nos escaparon por pequeños detalles», lamenta. Aun así, se muestra optimista y centrado en volver a Europa con su equipo.
Aquellos días como recogepelotas parecen lejanos ahora, pero son parte fundamental de su historia. «Cuando era pequeño soñaba con jugar aquí y ahora estoy cumpliendo ese sueño», relata emocionado. Y es que Pablo siempre se ha tomado con calma los altibajos de su carrera; después de un año sin minutos en el campo, optó por ver la situación como una oportunidad para aprender y mejorar.
Pablo sabe que cada paso cuenta y está decidido a seguir sumando no solo minutos sino también estadísticas: «Quiero hacer más asistencias y goles», asegura con determinación. Su ambición sigue viva mientras espera poder lucir algún día un dorsal entre el 1 y el 25.
A medida que se acercan los partidos cruciales contra rivales directos como Mallorca, Pablo invita a la afición a soñar en grande: «Queremos darles alegrías y luchar por Europa». La ilusión está presente en cada rincón del vestuario txuriurdin; todos saben lo mucho que están construyendo juntos.