Barcelona. Iñigo Martínez ha sido el protagonista indiscutible del partido en Butarque, y no por menos. En el último suspiro del encuentro, su intervención sobre Munir fue clave para evitar un remate que podría haber cambiado la historia del juego. El vasco celebró ese momento como si hubiese marcado un gol, y es que a veces la defensa habla más alto que cualquier anotación.
La importancia de saber sufrir
El jugador reflexionó tras el encuentro: “En casa tuvimos muchas ocasiones para ganar, pero no estuvimos finos. Sabíamos lo que nos esperábamos aquí; ellos están luchando hasta el final”. Para Iñigo, cada acción defensiva cuenta, y esa última jugada significó mucho más que tres puntos: “Para mí eso es como marcar un gol. Saber que he evitado un tanto… es una alegría enorme poder contribuir así al equipo”. A pesar de las dificultades, reconoció la importancia de esos momentos en los que hay que sufrir para salir adelante: “No siempre se puede ganar por goleada; este triunfo vale su peso en oro”. Con su habitual humildad, remarcó cómo el esfuerzo colectivo fue crucial: “Hemos trabajado duro y hoy hemos cosechado una victoria vital”, cerró Iñigo con esa chispa de esperanza que caracteriza a los verdaderos guerreros del fútbol.