En un rincón del fútbol español, el Leganés vive momentos de tensión y esperanza. ¿Quién lo diría? Óscar Rodríguez, ese nombre que resuena como un eco de victorias pasadas, se convierte nuevamente en la figura clave del equipo pepinero. Hace siete años, el 26 de septiembre de 2018, este mismo jugador fue el encargado de tumbar al todopoderoso FC Barcelona, con goles que aún vibran en la memoria colectiva: El Zhar y Óscar se encargaron de dar esa primera alegría histórica al club. Un triunfo que no solo significó tres puntos, sino un cambio radical para una plantilla que estaba al borde del abismo.
Un pasado glorioso y un presente complicado
Aquella noche mágica fue el inicio de una travesía espectacular para el Leganés. Con Mauricio Pellegrino al mando, el equipo dejó atrás los temores del descenso y se lanzó hacia una temporada memorable en Primera División. Sin embargo, los años han pasado y las cosas han cambiado drásticamente; ocho entrenadores y dos presidentes después, aquí sigue Óscar Rodríguez como testigo fiel de aquella hazaña. Su regreso al club tras un exitoso paso por otras ligas ha sido recibido con abrazos y esperanzas renovadas.
Ahora bien, la realidad es dura. La temporada actual está siendo un auténtico laberinto para el Lega; varios partidos perdidos por sanciones han complicado aún más su situación en la tabla. Pero ahí está Óscar, como siempre: un pilar indiscutible para Borja Jiménez. Con cuatro asistencias y un gol en LaLiga esta campaña, sus cifras no son las mismas que aquel año mágico, pero su influencia en el campo es fundamental.
La afición sabe que gran parte del futuro del equipo depende de su capacidad para brillar contra equipos grandes como el Barça. Si alguien puede arrastrar a sus compañeros hacia la salvación es él. Así que mientras nos preparamos para otro enfrentamiento épico contra los azulgranas, todos los ojos estarán puestos en nuestro héroe local: Óscar Rodríguez. Porque si hay algo seguro es que este chico tiene magia entre sus pies y ganas de luchar hasta el final.