En el mundo del fútbol, hay rivalidades que parecen desafiar al tiempo, y una de ellas es sin duda la que enfrenta al Celta de Vigo con el Espanyol. Este sábado, los célticos se preparan para un encuentro crucial, ya que necesitan sumar esos tres puntos que les permitan soñar con regresar a competiciones europeas después de casi una década. Pero ojo, porque el Espanyol no se lo pondrá fácil; ellos también buscan salir de la zona peligrosa de la tabla.
Una racha preocupante
A lo largo de sus últimos cuatro enfrentamientos directos, el Celta ha visto cómo el Espanyol ha salido victorioso en tres ocasiones, dejando solo un empate como consuelo. Y si nos fijamos en los partidos jugados en Balaídos durante la última década, las estadísticas son aún más desalentadoras: ocho encuentros disputados, con solo tres victorias para los locales y cinco empates. ¡Menuda tarea!
En la primera vuelta, todo quedó claro cuando el Espanyol se impuso por 3-1 en Cornellá. El único tanto céltico llegó desde el punto penalti gracias a Iago Aspas. Sin embargo, hay algo que juega a favor del Celta: su rendimiento en casa este año ha sido notable; son actualmente el cuarto mejor equipo jugando como local, empatados con el Athletic.
Claudio Giráldez tiene a toda su plantilla lista para afrontar este importante choque y está decidido a hacer algunas rotaciones respecto al último partido en Mallorca. Marcos Alonso dejó claro que «el equipo crece y va a mejor», algo que todos deseamos ver reflejado en el campo.
Parece ser que este duelo será otra prueba de fuego para un equipo que anhela reencontrarse con su mejor versión frente a un rival que no deja de ser un hueso duro de roer.