En un rincón del vestuario de la UD Las Palmas, donde el sol brilla y las esperanzas a veces parecen desvanecerse, encontramos a Álex Suárez, un líder en las buenas y en las malas. Hace apenas un mes, Álex jugó sus últimos minutos en el partido contra el Alavés, donde fue sustituido en el minuto 60. Desde entonces, lo hemos visto desde la banda, sin poder aportar su experiencia en los enfrentamientos contra el Celta y la Real Sociedad. Una decisión sorprendente que deja a muchos preguntándose: ¿dónde quedó aquel futbolista que era el cuarto con más minutos de la plantilla?
La esencia del capitán
A pesar de no estar en el campo, Suárez no ha dejado que esto afecte su moral. Lejos de desanimarse, ha multiplicado su compromiso con el club que lo vio crecer. Desde sus primeros pasos en categorías inferiores hasta soñar con debutar en Primera División, este jugador vive por y para Las Palmas. En cada entrenamiento se muestra como un ejemplo a seguir; pero su mayor hazaña ha sido liderar desde fuera del terreno de juego. Como bien dijo Diego Martínez: “Ser capitán cuando juegas y cuando no es lo más complicado.” Y es que Álex estuvo presente incluso cuando tuvo que quedarse sentado en Vigo.
Su apoyo incondicional al entrenador es evidente; “Estamos a muerte con él”, afirmaba hace unas semanas ante los medios. Aun desde la distancia del banquillo, anima a sus compañeros y calma una grada ansiosa por ver compromiso sobre el césped.
El próximo reto llega con la visita al Getafe. Diego Martínez tiene un dilema importante entre manos: decidir si incluirá a Suárez entre los once elegidos tras meses sin saborear una victoria. La presión crece mientras todos esperan esa chispa que podría encender nuevamente la llama de la esperanza.