El sueño del Club León de participar en el Mundial de Clubes se ha esfumado, y la FIFA ha decidido hacer públicos los motivos que han llevado a esta difícil situación. Según la federación, ambos clubes, León y Pachuca, son dirigidos por las mismas personas, lo que representa un conflicto claro de intereses. La regla que prohíbe la propiedad múltiple entre equipos ha sido determinante en este fallo.
Un laberinto administrativo
La situación es compleja: ambos equipos forman parte del Grupo Pachuca, y su estructura administrativa está tan entrelazada que resulta complicado distinguir dónde termina uno y empieza otro. La FIFA destaca cómo esta conexión se traduce en una influencia significativa sobre sus decisiones deportivas. Y aquí es donde entran las regulaciones: el famoso Artículo 10 del Reglamento establece con claridad que no puede haber superposición entre clubes para mantener la integridad competitiva.
A pesar de los intentos del León por encontrar una solución mediante un fideicomiso –una especie de cesión temporal de derechos a terceros–, la FIFA ha dejado claro que esto no es suficiente. La preocupación radica en que estas soluciones temporales podrían resultar engañosas y no evitarían el riesgo para la competición.
Por si fuera poco, aunque se planteara vender uno de los clubes como alternativa para cumplir con las normativas, eso no cambiaría el hecho de que al momento de presentar su acuerdo, seguían incumpliendo con las reglas vigentes. Es decir, ni siquiera esa opción les serviría para tener una plaza asegurada en el torneo internacional.
Con todo esto sobre la mesa, queda claro que la lucha no terminará aquí. El Club León está dispuesto a llevar su caso ante el TAS (Tribunal Arbitral Deportivo) para tratar de revertir esta decisión y luchar hasta el final por defender su lugar. Mientras tanto, nosotros nos quedamos con la incertidumbre sobre quién será finalmente el club elegido para reemplazarlo en este prestigioso evento futbolístico.