La historia de Borja Iglesias es la de un delantero que, a pesar de su entrega y compromiso, se encuentra atrapado en una racha preocupante. En sus últimos 21 partidos, el santiagués ha logrado marcar solo un gol y, lo que es aún más inquietante, no ha conseguido estrenarse en esta segunda vuelta. La fecha del último tanto data ya del 10 de enero en Vallecas, lo que para cualquier delantero es un dato alarmante.
Un jugador indispensable pero ansioso por volver a brillar
Aunque muchos pueden argumentar que Borja aporta trabajo y corazón al equipo —y no les falta razón— lo cierto es que los delanteros son valorados por su capacidad para encontrar la red. Y ahí es donde el actual rendimiento de Borja deja mucho que desear. En los once partidos disputados desde enero, la portería se le ha cerrado como si estuviera frente a un muro inexpugnable.
No obstante, no todo ha sido negativo. En este mes pasado logró dar dos asistencias que ayudaron a sus compañeros a marcar. Sin embargo, esa chispa inicial que mostró al comienzo de la temporada —con cuatro goles en las primeras nueve jornadas— parece haber desaparecido por completo.
En cuanto a minutos jugados, Borja es un pilar fundamental; ha participado en todos los partidos de Liga y ha estado sobre el césped durante casi 1600 minutos. Pero esa estadística nos lleva a una media preocupante: ¡un gol cada 319 minutos! Una cifra muy baja para alguien con su potencial.
Este sábado se presenta una nueva oportunidad ante el Espanyol, club donde dejó huella con 23 tantos en una temporada memorable. Además, solo ha podido celebrar un gol en Balaídos durante toda la temporada; aquel único grito de alegría fue contra el Valladolid en septiembre. La afición espera con ansias volver a ver al Borja goleador porque todos sabemos que tiene mucho más dentro.