En la Premier League, el lío con el VAR sigue siendo un tema candente que no deja a nadie indiferente. En el enfrentamiento entre Tottenham y Southampton, los aficionados presenciaron una situación surrealista: cuatro largos minutos de espera para decidir si un gol era válido o no. ¿No es absurdo?
La acción que encendió la polémica
Todo sucedió en el minuto 32, cuando Lucas Bergvall parecía poner a los Spurs 2-0 arriba con un gol que le habría hecho estallar de alegría. El joven sueco, tras recibir un cabezazo de Cuti Romero, se lanzó a celebrar su primer tanto en la Premier junto a Heung-min Son. Pero lo que debería ser pura felicidad se transformó rápidamente en frustración.
El VAR entró en acción para examinar si Romero había estado en fuera de juego, y ahí empezó la odisea. Cuatro minutos más tarde, el árbitro invalidó el gol por una leve posición adelantada del defensor argentino. Una decisión tan apretada que dejó a todos con más dudas que certezas sobre la eficacia del nuevo sistema semiautomático.
Este episodio recuerda a otro lío reciente durante el partido de octavos de final de la FA Cup entre Bournemouth y Wolverhampton, donde tardaron nada menos que ocho minutos en anular un tanto. Si se supone que esta tecnología debería resolver situaciones polémicas rápidamente, parece que está tirando por la borda su propia misión.