En una tarde vibrante en la capital hispalense, el Azulmarino se impuso con un claro 60-82 al Cajasol Sevilla, logrando así su novena victoria consecutiva. Esta hazaña no solo los mantiene en la cima de la tabla, sino que también reafirma su dominio en la Liga Challenge.
Desde el pitido inicial, el equipo visitante tomó la delantera. Aunque al principio las cosas no salieron como esperaban, con algunos errores y falta de puntería, rápidamente se encontraron con el ritmo adecuado. Iris Mbulito emergió como una estrella brillante a tan solo cuatro minutos del final del primer cuarto, ayudando a su equipo a tomar las riendas del partido y dejando el marcador en 17-21.
Un juego sólido y decidido
En el segundo cuarto, bajo la dirección de Alberto Antuña, las mallorquinas demostraron una defensa impenetrable que dejó a su rival sin respuestas. Con cada robo de balón y combinación precisa, se fueron alejando cada vez más, dejando a las locales completamente descolocadas. El resultado al final de este periodo fue un contundente 29-45.
Después del descanso, Cajasol intentó reaccionar; la pareja Taylor-Gassama parecía haber descifrado el juego de las baleares. Pero no se dejaron intimidar. Con jugadas rápidas y bien ejecutadas, Azulmarino mantuvo su ventaja hasta poner un 45-63 en el marcador.
Los últimos diez minutos fueron un tira y afloja; Cajasol luchaba por acortar distancias mientras Azulmarino mantenía su concentración al máximo. A pesar del ímpetu local, sus esfuerzos parecían desvanecerse conforme avanzaba el reloj. Para sellar esta gran actuación, Mbulito anotó un triple espectacular que puso fin al encuentro con un definitivo 60-82.
Al finalizar el partido, Antuña compartió su satisfacción: «Estoy muy contento por esta nueva victoria fuera de casa; es siempre complicado ganar aquí. Además, todas las jugadoras han aportado algo valioso para conseguir este triunfo». Sin duda alguna, esta victoria vuelve a consolidar al Azulmarino como uno de los grandes favoritos.

