Este martes, el Palmer Basket Mallorca se despedía de la Copa de España de una manera que no esperábamos. Después de un inicio prometedor, donde deslumbraron al público con un primer cuarto espectacular, cayeron ante el Movistar Estudiantes en los octavos de final. Era como si el destino les estuviera jugando una mala pasada, porque tras un comienzo arrollador, algo se apagó en su juego.
Un arranque esperanzador pero efímero
Los mallorquines comenzaron con fuerza, sorprendiendo a los madrileños y logrando ¡32 puntos! en solo el primer cuarto. La afición vibraba y había razones para creer. Pero ese entusiasmo no duró mucho; poco a poco, el equipo se fue desinflando como un globo perdido. Fue en el segundo tiempo cuando los colegiales tomaron las riendas del encuentro, dejando a nuestro querido Palmer sin respuestas y obligándoles a ir siempre por detrás.
A pesar de que intentaron recuperar terreno en el último cuarto, no lograron hacerse con el control del partido y así sumaban otra derrota más al inicio complicado de temporada. Entre los isleños, Duna Sanadze, con 23 puntos, fue quien más destacó. Mientras tanto, del lado local brillaban Jayson Granger, que repartió 10 asistencias y Juampi Vaulet, con sus 17 puntos y 7 rebotes.
Parece que este año la suerte no está del lado del Palmer. Ahora toca reflexionar y trabajar para regresar más fuertes en la próxima ocasión.

