El Palmer Basket Mallorca no ha podido comenzar su andadura con buen pie bajo la dirección de Lucas Victoriano. En su debut, el equipo balear sufrió una dura derrota en Alicante, cayendo 109-73 ante un rival que demostró ser todo un hueso duro de roer. Esta abultada caída deja al Palmer en el fondo de la tabla, lo que plantea más preguntas que respuestas.
Un inicio esperanzador que se desvaneció
A pesar del marcador final, hubo momentos en los que el Palmer mostró destellos de buen juego. Con un comienzo algo titubeante por parte de los locales, jugadores como Kevin Larsen y Jordan Walker, con sus jugadas brillantes, lograron poner a HLA Alicante adelante rápidamente. Pero no nos engañemos; la reacción del Palmer llegó pronto cuando Duda Sanadze, mostrando su talento, empató el partido a seis puntos. Parecía que la cosa podía cambiar.
No obstante, a medida que avanzaba el encuentro, el dominio del HLA se hizo evidente. La defensa del Palmer flaqueó y las canastas fáciles fueron una constante para los alicantinos. Las estadísticas hablan por sí solas: mientras algunos jugadores como Duda Sanadze, quien terminó siendo el máximo anotador con 21 puntos, luchaban por mantener al equipo en la pelea, otros simplemente no estaban a la altura.
Con cada cuarto, las diferencias se fueron ampliando y aunque el esfuerzo estaba ahí, sobre todo en acciones individuales como las de Danny Agbelese, no fue suficiente para revertir el rumbo del partido. Al final del tercer cuarto ya reflejaba un contundente 80-57 y aunque algunos seguidores mantenían la esperanza, era evidente que este partido se había convertido en un sueño difícil de alcanzar.
Ciertamente este primer capítulo bajo las órdenes de Lucas Victoriano será recordado como uno complicado y lleno de aprendizajes. El equipo tendrá otra oportunidad para cambiar esta historia cuando vuelva a competir el próximo martes ante Movistar Estudiantes en la Copa de España.

