Este domingo, en el corazón de Son Moix, se vivió un auténtico espectáculo baloncestístico cuando el Azulmarino se enfrentó a un histórico Perfumerías Avenida. El marcador final fue 61-62, pero eso no cuenta toda la historia. Quienes llenaron las gradas pudieron disfrutar de un partido vibrante que estuvo lleno de emoción y sorpresas desde el primer minuto.
Un inicio electrizante
La batalla comenzó con el equipo visitante tomando la delantera, mostrando su experiencia desde el saque inicial. Sin embargo, tras cinco minutos de tensión pura, Kika Rakovic, la jugadora montenegrina del Azulmarino, logró abrir el marcador con un impresionante triple que hizo estallar al público. A pesar de este momento brillante, el primer cuarto terminó con una desventaja para los locales: 10-16.
Después de una breve pausa para tomar aire y ajustar estrategias, el Azulmarino regresó al juego decidido a empatar. Y lo logró rápidamente gracias a las aportaciones de Capel y Asinde. Pero justo cuando parecía que los baleares tomaban el control del partido, Perfumerías Avenida sorprendió con una remontada en los últimos instantes del segundo cuarto, dejando todo en un apretado 34-36 al descanso.
Como si fuera poco, durante la pausa hubo diversión extra para los asistentes; algunos valientes lanzaron canastas desde medio campo para optar a una noche en uno de los hoteles patrocinadores. ¡Todo por mantener la emoción viva!
El tercer cuarto se convirtió en un verdadero tira y afloja entre ambos equipos. Cada punto era como oro molido y aunque las visitantes se llevaban la ventaja (44-51), nadie podía predecir lo que vendría después.
Y así llegamos al último capítulo del duelo. Con cada jugada más intensa que la anterior, el Azulmarino dio una lección de carácter y dominó este tramo final como verdaderos guerreros. A pesar de sus esfuerzos titánicos por llevarse la victoria ante su gente, fueron las salmantinas quienes sellaron su triunfo en los segundos finales: 61-62.
Al final del encuentro, ambos entrenadores compartieron sus impresiones ante los medios. Alberto Antuña dejó claro su optimismo: «Estoy contento; cumplimos nuestros objetivos dentro del partido y es importante que nuestra afición crea que podemos ganar a estos equipos». Mientras tanto, Anna Montañana no escatimó elogios hacia el esfuerzo del club balear pero también reconoció las desconexiones momentáneas que casi les costaron caro.