En el corazón de Andratx, donde el baloncesto ha sido más que un simple juego, se alza una voz colectiva que no puede pasar desapercibida. Los padres y madres del CB Andratx han decidido hablar claro ante lo que consideran «un nuevo ataque al deporte base». Y es que la situación no podría ser más frustrante: el primer equipo junior, que en la temporada 24-25 alcanzó un subcampeonato en Baleares, ahora enfrenta una crisis inesperada.
La separación de un equipo unido
El equipo contaba con una plantilla sólida, y su entrenador tenía todo preparado para continuar al frente. Sin embargo, a pocos días de cerrar las inscripciones, la pesadilla comenzó: nueve jugadores del centro de tecnificación decidieron incorporarse al club. Esto significa que aquellos chicos que habían crecido juntos desde premini ahora ven cómo se fracturan sus sueños de seguir jugando como equipo.
Ante esta realidad desgarradora, algunos jóvenes se ven obligados a dejar atrás el club de su vida en busca de nuevas oportunidades, aunque eso signifique jugar en una división inferior. La incertidumbre también acecha a los jugadores del junior B, quienes se encuentran sin saber si tendrán un lugar en el próximo proyecto.
Los padres han lanzado su grito desesperado: «¿Así es como quieren fomentar las instituciones públicas el deporte base?». Pero lejos de rendirse, respaldan a sus hijos y reconocen la valentía de estos jóvenes que están dando una lección de vida ante situaciones adversas. Un clamor necesario en defensa de lo que debería ser una pasión compartida.