Este sábado, a las 18:30h, el Palmer Basket se enfrenta a un reto que puede cambiar su destino: el ascenso a la Primera FEB. Y lo hará en casa, en Son Moix, donde la afición promete darlo todo. Su entrenador, Marco Justo, compartía con nosotros su entusiasmo y emoción. «Si ya teníamos ganas de enfrentar este partido de vuelta, ahora la ilusión es aún mayor. Solo tenemos 9 puntos de desventaja y eso es un motivo para estar contentos, sobre todo contra un equipo como Cáceres», afirmaba.
La clave está en ser ellos mismos
En el primer partido, los de Palma no mostraron su mejor versión. Justo comentaba que «durante 27 minutos no fuimos el Palmer que conocemos; solo aparecimos durante 13 minutos y ahí fue cuando hicimos lo que sabemos hacer». La remontada es posible si logran mantener ese ritmo más tiempo. «Necesitamos jugar como somos capaces, defender y rebotear como hemos hecho toda la temporada», insistió Marco.
El rival también tiene sus fortalezas; saben manejarse en situaciones difíciles gracias a su experiencia. Pero todos tienen debilidades y el equipo debe saber cómo atacarlas sin distraerse con otros aspectos del juego. Lo importante es mantener su ritmo característico.
Marco confía plenamente en la conexión entre los jugadores y la afición: «La ilusión que sentimos aquí dentro es incluso mayor que la de nuestros seguidores. Espero ver a mucha gente apoyando desde las gradas; queremos esa energía especial que nos impulse a dar un pasito más hacia el crecimiento del club».
Aunque hay una segunda oportunidad en playoffs si no logran ganar por diez puntos o más, Justo desea aprovechar esta primera ocasión al máximo. La presión está ahí, pero también las ganas de hacer historia.