La tensión entre el Santfeliuenc y el Palmer Basket sigue en aumento tras el partido que nunca llegó a jugarse. Este fin de semana, un virus dejó a la plantilla del equipo mallorquín con solo tres jugadores disponibles, lo que obligó a aplazar el encuentro programado para las 18h del domingo. En un comunicado que no ha pasado desapercibido, el club catalán no se contuvo al acusar al Palmer de «traicionar los principios de deportividad». ¡Vaya forma de comenzar la semana!
Un conflicto sin resolución clara
El técnico del Palmer, Marco Justo, actuó rápido y notificó a la Federación Española de Baloncesto sobre la situación de su equipo. En su mensaje, se disculpaban profundamente por cualquier inconveniente causado y agradecían la comprensión tanto de sus aficionados como del CB Santfeliuenc. Pero claro, esto no sentó nada bien en el otro bando.
Desde el Santfeliuenc respondieron con firmeza: «Defenderemos nuestros derechos ante una situación irregular que traiciona los principios de deportividad», sentenciaron. No están dispuestos a dejar pasar este asunto tan fácilmente. Ahora, es tarea de la Federación mediar y decidir si se reprograma el partido o si simplemente le dan los puntos al Santfeliuenc.
Aquí nos encontramos con un dilema deportivo que va más allá del baloncesto: ¿dónde queda la ética en esta competición? La historia continúa mientras ambos equipos esperan respuestas y los aficionados observan expectantes.