Las Baleares están viviendo un momento clave. En el tercer trimestre, se han registrado 1,3 millones de viajes de residentes a diversas partes de España. Esto no solo refleja la movilidad de nuestra gente, sino también una necesidad imperiosa de repensar cómo abordamos el turismo en nuestras islas.
Un cambio necesario
Desde el Consell de Mallorca se ha decidido dar un giro a la manera en que gestionamos las plazas turísticas. Se ha aplazado la adjudicación con la esperanza de “evitar errores técnicos”. Pero aquí hay algo más profundo: necesitamos mirar hacia un futuro donde el turismo no solo beneficie a unos pocos, sino que respete y valore a los residentes. El concepto de “Ca Nostra” es precisamente eso: buscar un turismo consciente que cuide nuestro hogar.
No podemos seguir tirando a la basura nuestro entorno en favor del monocultivo turístico. Es hora de actuar con responsabilidad y tener en cuenta lo que realmente importa: nuestra comunidad. Mientras tanto, algunos cuestionan si aquellos árboles talados en Palma estaban realmente enfermos o si había intereses económicos ocultos detrás de esa decisión tan drástica. La pregunta que todos nos hacemos es clara: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar por beneficios inmediatos?

