En un momento donde la colaboración internacional es más crucial que nunca, el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, ha dado un paso firme al firmar un acuerdo en Ucrania junto al presidente Volodimir Zelenski. La noticia de su unión para fabricar drones marítimos resuena como un eco de esperanza en tiempos convulsos. “Hemos demostrado que nuestros drones de superficie no tripulados son efectivos contra la amenaza rusa”, aseguró Alexander Kamishin, asesor presidencial ucraniano, en su cuenta de X. Y sí, lo han comprobado en el mar.
Un viaje lleno de significado
Este encuentro tuvo lugar en el emblemático Muro de la Memoria de Kiev, marcando así la primera visita oficial del nuevo mandatario luso a estas tierras azotadas por la guerra. Montenegro llegó temprano, viajando desde Polonia y acompañado por el ministro de Defensa, Nuno Melo. Su presencia no es casualidad; “Esta visita representa nuestro apoyo inquebrantable desde el primer minuto ante la agresión injustificada iniciada por Rusia”, subrayó Montenegro con firmeza.
Parece que cada palabra pronunciada por él lleva consigo el peso de una realidad devastadora: “Estamos en un país que ha sido agredido y sigue luchando”. Y es que Portugal no solo se limita a ofrecer asistencia militar o social; hay una conexión profunda entre sus pueblos, una responsabilidad compartida que sus gobiernos deben reflejar.
La promesa está hecha: juntos construirán un futuro más seguro para Europa desde el mar. Con este pacto, Portugal reafirma su compromiso hacia Ucrania mientras ambos países navegan aguas turbulentas. Al final del día, se trata de unir fuerzas para enfrentar los desafíos del presente y del futuro.

