En un rincón de Bulgaria, la figura de Baba Vanga, conocida por muchos como la Nostradamus búlgara, vuelve a resurgir con fuerza. Esta vidente, que nos dejó en 1996, dejó tras de sí un legado de predicciones que han marcado nuestra historia reciente. Su fama no es casualidad; entre sus afirmaciones están sucesos tan impactantes como el desastre de Chernóbil o los atentados del 11-S.
Ahora, sus seguidores se preparan para lo que podría ser uno de sus pronósticos más sorprendentes: en noviembre de 2026, la humanidad podría entrar en contacto con una nueva y misteriosa civilización. Según las palabras atribuidas a Baba Vanga, se espera la llegada de una “nave espacial masiva” que marcará un antes y un después en nuestro camino.
Tensiones y desastres a la vista
No obstante, este mensaje esperanzador contrasta con otras advertencias menos optimistas. La vidente también habla de crecientes tensiones entre las grandes potencias del mundo: China, Rusia y Estados Unidos parecen estar en el punto de mira. Y eso no es todo; terremotos devastadores y erupciones volcánicas violentas son parte del sombrío panorama que ella presenció.
A pesar de su ausencia física, las visiones de Baba Vanga siguen siendo motivo de debate e intriga. Algunos argumentan que sus palabras fueron malinterpretadas por aquellos que las documentaron después de su muerte. Sin embargo, hay quienes defienden a capa y espada su legado, sosteniendo que ha habido aciertos notables entre sus profecías.
¿Quién puede decir qué nos traerá el futuro? Lo cierto es que estas predicciones nos invitan a reflexionar sobre nuestro presente y nuestro lugar en el vasto universo. En un mundo donde cada vez parece haber más incertidumbre, solo queda esperar si esos encuentros inesperados se materializarán o si serán solo ecos del pasado.

