MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) – Este viernes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha lanzado una dura acusación: el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, estaría colaborando activamente con grupos armados como las disidencias de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). ¿El objetivo? Distribuir droga a Estados Unidos.
«Hay entidades dedicadas al narcotráfico que operan abiertamente y con la cooperación del régimen de Maduro para mandar drogas como cocaína a Estados Unidos a través del Caribe», declaró Rubio durante una rueda de prensa donde evaluó los acontecimientos del año. Sin duda, sus palabras resuenan con fuerza. Para él, estos grupos representan la amenaza más importante para la seguridad en nuestra región.
Un llamado a la acción internacional
Rubio también mencionó que Estados Unidos ha iniciado conversaciones sobre seguridad con varios países latinoamericanos; algunos cooperan bien, como Panamá o Costa Rica, mientras que otros presentan más retos. «Incluso tengo buenas relaciones con los equipos de seguridad de Colombia», afirmó Rubio refiriéndose al actual presidente Gustavo Petro, a quien considera un tanto peculiar por su postura.
A pesar de todo esto, hay un punto que no ha pasado desapercibido: el bloqueo impuesto por Trump al petróleo venezolano sigue siendo un tema espinoso que Rubio evita comentar directamente. Sin embargo, subrayó que Venezuela atrae tanta atención porque está bajo un régimen ilegítimo que no solo ignora las solicitudes estadounidenses sino que además se asocia abiertamente con criminales y terroristas. Nombró también a Irán y Hezbolá en este contexto.
Aquí estamos hablando de algo serio: el futuro de nuestra seguridad hemisférica está en juego.

