En Palma, la polémica está servida y no parece que vaya a calmarse. La reciente tala de los bellaombres en la plaza de Llorenç Villalonga ha desatado un auténtico torbellino entre vecinos y organizaciones ecologistas. ¿Cómo puede ser que se tire a la basura un patrimonio natural que ha estado con nosotros tanto tiempo?
Una voz en contra del monocultivo turístico
La asociación Palma XXI, junto a muchos ciudadanos indignados, ha decidido plantar cara al Ayuntamiento y alzar su voz en defensa de estos árboles majestuosos. “Es una vergüenza lo que están haciendo”, comenta uno de los arboricultores que se han manifestado ante las puertas del consistorio. La crítica es clara: este tipo de decisiones solo fomentan el monocultivo turístico, dejando atrás la esencia verde que caracteriza a nuestra ciudad.
No solo esto; también hay quienes han pedido dimisiones y han elevado su protesta hasta niveles insólitos. En medio de esta tormenta, incluso se han propuesto alternativas para conservar estos árboles emblemáticos, mientras otros miran hacia otro lado sin querer escuchar el clamor popular.
Palmenses, ¿acaso vamos a permitir que nuestras voces sean ignoradas? La lucha por nuestros espacios verdes es más relevante que nunca, y este episodio nos recuerda que debemos estar siempre alerta ante decisiones tan cuestionables como esta.

