En Alcúdia, una plataforma ciudadana compuesta por vecinos preocupados ha decidido no quedarse de brazos cruzados ante lo que consideran un auténtico atropello ecológico. La tala de los bellaombres en la plaza de Llorenç Villalonga ha encendido las alarmas y su mensaje es claro: «¡Es una vergüenza!». No solo se están cortando árboles, sino que se está poniendo en riesgo nuestra herencia natural.
Una alternativa necesaria
La comunidad ha señalado serias mancances en el estudio de impacto ambiental presentado por el Ayuntamiento. ¿Realmente se han considerado todas las consecuencias? Desde luego, ellos no lo creen y proponen alternativas más sostenibles para preservar nuestro entorno. Porque, a fin de cuentas, ¿quién quiere vivir en un lugar donde la naturaleza se tira a la basura?
A medida que avanzan las discusiones y las protestas, queda claro que los alcudiencs están listos para luchar por su hogar. Están pidiendo un cambio real y quieren que sus voces sean escuchadas. Es hora de actuar antes de que sea demasiado tarde.

