En una reciente conversación, Víctor Manuel, el icónico cantautor asturiano, no se ha cortado un pelo al expresar su inquietud. «Me preocupa que Rosalía guste a todo el mundo, desde Sánchez hasta Feijóo, e incluso a la Conferencia Episcopal», afirmó con esa sinceridad que lo caracteriza. En su nuevo álbum, Solo a solas conmigo, mezcla reflexiones personales con un trasfondo político que invita a pensar.
Un disco lleno de introspección y crítica social
Acompañado de artistas como Rozalén o su propio hijo David San José, este disco es un viaje por sus pensamientos más profundos. «Es cierto que me siento cansado del juego político», confesó. Su mirada sobre los políticos es clara: «Hay gente honesta en la política, pero lo que prevalece es esa atmósfera tóxica de insultos y rencillas». A veces parece que estamos viendo un partido de fútbol más que un debate constructivo.
Cuando habla sobre la juventud y sus luchas actuales, muestra una comprensión profunda del descontento generalizado. «La situación de vivienda y los salarios miserables son una realidad abrumadora», dice con preocupación. Se cuestiona cómo podemos olvidar tan pronto las batallas pasadas cuando hay tanto en juego hoy.
El álbum también recoge historias entrañables como el Romance de Aris, donde narra la valentía de aquellos que arriesgaron todo por amor durante tiempos difíciles. A través de estas historias, busca conectar con las nuevas generaciones aunque admite que muchas veces resulta complicado transmitirles esta memoria.
Sigue siendo un colaborador constante en la música junto a su hijo David, quien le aporta frescura e ideas modernas. La química entre ellos es innegable: «Él tiene otra visión musical y eso me enriquece», comenta orgulloso.
Sobre el futuro musical, Víctor expresa su deseo de volver a compartir escenario con Ana Belén: «Nos piden constantemente volver juntos», asegura con una sonrisa melancólica. Pero también lanza una crítica afilada hacia el presente musical: “La reventa de entradas es un problema real; las promotoras podrían hacer algo al respecto pero prefieren mirar hacia otro lado”.
No obstante, sigue mostrando interés por las nuevas corrientes musicales aunque no todas le convenzan del todo. Su curiosidad le lleva a explorar incluso nombres como Bad Bunny o Guitarricadelafuente mientras reflexiona sobre cómo la industria ha cambiado radicalmente por culpa del streaming.
Al final del día, lo que realmente le inquieta no son solo las tendencias musicales sino cómo estas se convierten en plataforma para discursos más amplios. “El arte nunca ha sido neutral”, sentencia contundente mientras nos invita a cuestionar lo establecido.

