La violencia machista nos vuelve a golpear. En Palma, una mujer ha sido víctima de un brutal ataque por parte de su expareja, quien la apuñaló sin piedad. Este tipo de agresiones nos recuerdan que estamos lejos de erradicar un problema que ensombrece nuestras calles y nuestras vidas.
La comunidad se une contra el silencio
El colegio donde trabaja la mujer agredida no se queda callado. Han convocado una concentración para alzar la voz y dejar claro que proteger a las mujeres es una prioridad. «No podemos mirar hacia otro lado», afirman con determinación. Las palabras resuenan en el aire y son un llamado a la acción para todos nosotros.
No solo son ellos los que hablan; cada vez más instituciones y ciudadanos están cansados de ver cómo estas situaciones se repiten. Es hora de tomar partido, porque seguir en silencio es tirar a la basura nuestros valores como sociedad. Juntos podemos hacer frente a esta lacra.

