El barrio de Coll d’en Rebassa está viviendo días oscuros y llenos de dolor. La tragedia se desató el pasado domingo cuando una pequeña de tan solo tres años, llamada Elena, perdió la vida en un atropello que ha dejado a toda la comunidad consternada.
En un gesto conmovedor, los vecinos han decidido unirse en este momento tan difícil. Se han reunido en el lugar donde ocurrió el accidente para rendir homenaje a la niña, creando un emotivo altar improvisado adornado con velas y peluches. Cada objeto depositado es un símbolo del cariño que todos sienten por ella y del vacío que deja su ausencia.
Días de luto y reflexión
A medida que avanza la semana, el ambiente sigue impregnado de tristeza y reflexión. El lunes transcurrió con esa serena melancolía que solo se siente ante las grandes pérdidas. Los ciudadanos continúan acercándose al lugar para dejar sus ofrendas, recordando no solo a Elena, sino también apoyando a su madre y abuela, quienes están hospitalizadas tras el incidente.
Todo apunta a que el conductor del vehículo pudo haber sufrido algún tipo de indisposición al volante. La Policía Local de Palma está investigando lo sucedido para arrojar luz sobre las causas del atropello. Sin embargo, hoy lo más importante es acompañar a esta familia en su duelo y preguntarnos como comunidad: ¿qué podemos hacer para evitar que esto vuelva a suceder?

