La Nit de la Cultura de la Obra Cultural Balear (OCB) se llenó de emoción y reflexiones profundas este sábado, donde el presidente Antoni Llabrés lanzó un mensaje claro y contundente: «Hay que tejer consensos amplios para frenar el retroceso del uso social del catalán». Este llamado resuena fuerte en una época donde, según expertos, el panorama no es precisamente alentador.
Un Llamado a la Unidad
Llabrés subrayó la necesidad de formar alianzas que incluyan a todos los sectores: poderes públicos, empresas, sindicatos y ciudadanía. En sus palabras, «esta tierra necesita puentes, no muros», instando a que se impulsen proyectos positivos que fomenten nuevos hablantes y oportunidades para usar nuestra lengua sin divisiones.
A lo largo de la gala, también celebramos un hito importante: ¡la OCB ha superado los 5.000 socios! Esto representa una clara declaración de confianza en su labor y en su voz. Sin embargo, Llabrés evitó profundizar en las recientes decisiones del Consell respecto a las ayudas directas al catalán; se centró más en recordar que una cultura sólida es fundamental para cualquier democracia madura.
Entre los premiados estaba Gabriel Janer Manila, quien aprovechó su reconocimiento para celebrar su compromiso con esta causa durante seis décadas. «La energía por nuestra lengua no desaparece; se transforma», dijo emocionado. Esta pasión resuena entre todos los homenajeados como Climent Picornell o el grupo musical Pitxorines, quienes han dejado huella en nuestra cultura.
Las actuaciones artísticas acompañaron cada momento del evento, haciendo de esta noche algo aún más especial. Y así, con un canto conjunto de La Balanguera como broche final -una melodía que cumple cien años- nos despedimos con la esperanza renovada y un firme compromiso por defender nuestro idioma. Porque al final del día, ¿quién puede negarle al catalán su lugar? Es parte esencial de nosotros.

