En un rincón del Metropolitano, donde la pasión por el fútbol se siente en cada rincón, Koke volvió a brillar. Tras más de un año sin ver puerta, el capitán rojiblanco celebró su primer gol de la temporada ante el Valencia. Era un momento esperado no solo por él, sino también por toda una afición que lo ha visto crecer y consolidarse como uno de los grandes.
Con más de noventa minutos en sus piernas, Koke demostró que su espíritu competitivo sigue intacto. Aquel tanto llegó tras varios rechazos en un córner, abriendo la lata para un Atlético que necesitaba ese empujón anímico. ¿Quién podría imaginar que este jugador, ya considerado leyenda del club, sigue siendo tan fundamental?
La fuerza de la experiencia
La situación no era fácil. Sin Cardoso en el campo durante semanas, Koke volvió a encontrar su lugar en el once titular. Y vaya si lo hizo bien: su liderazgo fue clave para mantener al equipo a flote en momentos difíciles. «La edad solo es un número; lo que importa es cómo rindas», dijo Koke tras el partido con una humildad propia de quien ha vivido mil batallas.
A medida que se acerca el final del 2025, con dos partidos aún por jugarse antes de cerrar esta primera mitad de temporada, parece claro que Koke se ha ganado su puesto a pulso. Aunque con Cardoso ya recuperado y listo para entrar en juego nuevamente, sacar al capitán del equipo no será tarea sencilla.
Koke ha demostrado ser ese tipo de jugador que nunca deja de luchar y eso lo convierte en un ejemplo dentro y fuera del campo. Mientras algunos podrían pensar que sus días como titular están contados, él está decidido a seguir marcando ritmo y guiando a sus compañeros. Koke está aquí para quedarse, y eso es algo que ningún aficionado quiere perderse.

