Magí Garcías, el pianista mallorquín que ha puesto su corazón en la música de Nuredduna, se siente emocionado por lo que este proyecto representa. Este musical, que verá la luz el próximo 14 de diciembre en el Claustre de Pollença bajo la dirección de Sergi Baos, no es solo una representación artística, sino un homenaje a uno de los poemas más significativos de nuestra literatura catalana. Como él mismo dice: «Nuredduna es un referente de muchas cosas».
Un poema convertido en espectáculo
Pero, ¿por qué elegir Nuredduna? La respuesta es clara. Esta obra no solo simboliza la rica cultura mallorquina, sino que también nos conecta con nuestras raíces literarias más profundas. La producción cuenta con el apoyo del Ajuntament de Pollença y de la Fundación Rotger Villalonga, todo enmarcado dentro del 125 aniversario de la publicación de La deixa del geni grec. Esto subraya no solo la relevancia histórica del texto, sino también su resonancia actual.
Años antes del estreno, Garcías ya había comenzado a dar vida a esta obra a través de una grabación discográfica que salió al mercado hace cinco años. Con ese primer paso llegó un vídeo animado dirigido por Josep Antoni Ribas y dibujado por Lluís Vecina; ambos elementos fueron fundamentales para preparar el terreno para lo que ahora se convierte en una experiencia teatral.
El proceso creativo fue todo un viaje. Junto con Onoffre Garcías, autor de la adaptación del texto, Magí buscó evocar las imágenes y emociones presentes en el poema original. Preguntas como «¿Qué sentía Nuredduna ante las costumbres bárbaras de su tribu?» o «¿Cómo lidiaba con el conflicto entre lealtad y rechazo hacia los sacrificios humanos?» guiaron sus pasos en esta travesía.
Nuredduna surge como una figura poderosa; Costa i Llobera modeló su heroína tomando inspiración de vírgenes mártires paganas. Este giro inesperado añade una capa adicional al relato: justo antes de enfrentar su trágico destino, ella vislumbra un futuro lleno de esperanza para la humanidad. A través del personaje masculino Melesigeni, se abre un debate filosófico sobre las diferencias culturales y religiosas que siempre han desafiado nuestra convivencia.
En definitiva, este musical no ofrece respuestas fáciles; más bien plantea interrogantes esenciales sobre cómo encontrar entendimiento entre culturas diversas. En palabras del propio Garcías: “Buscar ese entendimiento podría ser nuestro único camino para evitar caer en barbaridades”.

