En una tranquila mañana del pasado 30 de noviembre, la paz de Costitx se vio destrozada por un acto de violencia que dejó a todos boquiabiertos. Hector A., un colombiano de 32 años, fue enviado a prisión sin posibilidad de fianza por haber intentado acabar con la vida de su expareja. La jueza de Instrucción de Inca no dudó en tomar esta drástica decisión tras escuchar su testimonio una vez que salió del hospital, donde estuvo varios días recuperándose, incluso en la UCI, debido a las lesiones que él mismo se infligió tras el ataque.
Una fiesta que terminó en tragedia
Todo comenzó en torno a las 5:15 horas en una finca donde se celebraba un cumpleaños. De repente, la Guardia Civil recibió una llamada alarmante: un hombre había ignorado la orden de alejamiento y estaba atacando a su expareja con un cuchillo. Cuando los agentes llegaron al lugar, encontraron a la víctima tendida en el suelo, desangrándose mientras dos hombres trataban desesperadamente de ayudarla.
Los testimonios recabados por los investigadores revelan que momentos antes del ataque, la mujer había manifestado su necesidad de salir fuera. Apenas habían pasado cinco minutos cuando el sonido ensordecedor del claxon y gritos desgarradores llenaron el aire. Al salir, los asistentes se encontraron con una escena aterradora: Hector apuñalaba repetidamente a su exnovia mientras otros intentaban socorrerla.
Este trágico episodio nos recuerda lo frágil que puede ser nuestra convivencia y lo urgente que es poner fin a este tipo de situaciones. La justicia ha decidido actuar y esperamos que esto sirva como una llamada para todos nosotros.

