Era el verano de 1997 cuando un adolescente zaragozano entró a casa con una camiseta que había comprado en el rastro. La prenda, emblazonada con la frase ‘Iros todos a tomar por culo’, lo llenaba de orgullo y rebeldía. Pero esa satisfacción se tornó en nerviosismo al ver la mirada de su madre: «Tiene un error ortográfico, se dice idos», le soltó sin contemplaciones. ¿Y todo este drama por esto?, pensó él mientras recordaba que Extremoduro acababa de lanzar su primer disco en directo con ese mismo título provocador.
Un ícono del rock nacional
Aquel álbum fue más que una simple colección de canciones; fue el grito de una generación. Robe Iniesta se convirtió rápidamente en uno de los compositores más reconocidos del país gracias a temas que resonaban con la juventud: «sucede que a veces me canso de ser hombre», retumbaba en las cabezas de muchos, mientras otros gritaban «volar libre, libre». Su música era un puente hacia poetas como Manolo Chinato, cuyo trabajo honró dedicándole un disco junto a Fito Cabrales e Iñaki ‘Uoho’ Antón.
Antes del revuelo causado por ‘Ágila’, ya había sorprendido con ‘Pedrá’, un álbum compuesto por una sola canción de casi media hora, demostrando así su desprecio absoluto por las tendencias comerciales. Y es que Robe siempre ha caminado al margen del mercado y sus reglas. Desde giras canceladas hasta discos en solitario que deslumbraron al público, cada paso suyo parecía desafiar el status quo.
Incluso llegó a recibir honores en Extremadura; aunque él prefería considerarse ciudadano del mundo. Un mundo contra el cual luchó durante toda su vida musicalmente intensa y caótica, pero curioso destino: justo 20 años después del lanzamiento de aquella polémica camiseta, la RAE decidió incluir ‘iros’ en su diccionario. Así es como un rebelde termina dando lecciones al sistema.

